10 octubre 2011

Volaba

No la había dejado en el borde de la ventana
la tenía encerrada en su puño, muy débil
no sabía como esconder su alita rota, pero aún revoloteaba dentro el puño...
como todos alguna vez atrapados

la miraron los ojos de vidrio,
cayeron lágrimas cerca de la herida, la grieta absorvió la lágrima como la arena al mar
de un porrazo la soltó y cayó sobre sus pies.

lo ojos de vidrio habían llorado como nunca antes
ni aún vivos lloraron así, entonces las alas quisieron quedarse
y se quedó en la cajita al lado de la ventana

se quedó para siempre, le gustaba acompañar...

decidió quedarse para que cure sus heridas con sus lágrimas...
aunque ya no volara, allí miraría por la otra, pues no podía y ella sí.