29 julio 2013

De todos los lugares del universo, te amo más

Carta:

No importa absolutamente nada más que tú y yo en ese pedazo de tiempo, en ese pedazo de espacio, en ese pequeño fragmento del universo. Donde sólo ambos somos dueños, porque sólo ambos sabemos la historia completa, sólo ambos sabemos de memoria el alma completa del otro... esa parte desconocida para el mundo, porque por eso nos tuvimos... más que profundamente, nos encontramos, nos descubrimos, nos mostramos a nosotros mismos, espacios que no conocíamos, el alma pura y desatada.

No arrepentimientos, nunca, he caminado descalza y he prometido todo mi futuro, prometiéndolo para ti por completo. Sin importar que estés lejos, porque creo que siempre estarás cerca. Lo creo realmente, como un niño cree en sus padres. Como alguien en la más estrecha relación con su dios, con la diferencia de que nuestro amor es real. Lo sé y lo siento en mis huesos. Aunque este fragmento precioso de tiempo en el universo parezca desvanecerse entre mis manos, eso no importa... no importa que ya no hayan palabras entre ambos, que no hayan miradas, que parezcamos dos extraños, que sólo nos recordemos de vez en cuando, que no somos los mismos, que mis manías no serán tan buenas sin ti, que nos dejamos ir lentamente, que trate de olvidar que fuiste mi sueño hecho realidad, no importa porque sigues siendo mi sueño. Aunque no sea la misma nunca más, aunque me sorprenda de la mujer que era hace un año, y la de hace un año se infarte un poco con la de hoy...

¿Sabes que aprendí de todo esto? que soy una persona, y por eso no puedo desear ser perfecta, pero tú eres perfecto para mí, eso lo sabré siempre.

Nunca podré decirle adiós al amor de mi vida. Qué palabras tan extrañas, tan locas... el amor de una vida... el amor de mi vida, si la vida es sólo retazo insignificante del infinito universo, que nos describe desde el primer segundo en que respiramos, que nos persigue los primeros 3 segundos de cada día hasta el último día de tu vida, porque eso es el amor de tu vida: inolvidable. Siempre presente, omnipresente... El amor es un dios que sí existe.

Gracias por existir, por cruzarte en mi camino, he soñado varias veces que estamos juntos hasta el día final, que me besas tiernamente el último día de mi vida, y entonces yo te digo "sabía que esto pasaría, que estarías a mi lado hasta el final de nuestro retazo de universo". No estoy segura de que así sea, aunque mis sueños expulsen tantas escenas como esas, miles de escenas, no importa... no importa que se quede en esa simple expresión del subconciente, no importa nada de eso... sólo importa que creo aún en ello, y que creeré hasta el último día, aunque la otra opción sea que no estés y que sólo llegues el último día de mi vida, y estés a mi lado y también me beses tiernamente, que hayas llegado sólo para decirme adiós... esa es la segunda y triste opción... y en esta segunda opción te digo "lo siento tanto, no pasó como lo soñe... mis sueños me engañaron, pero te amo"  y aunque el mundo me diga que tal vez sea así... no importa nada de eso.

Sólo importamos tú y yo. De todos los lugares que he vivido, te amo más a ti. Y eso es lo que importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario