16 septiembre 2010

La Estrella


¿Por qué hay estrellas que brillan pero no se ven? Y existe gente que nunca llego a conocer, aunque los puedo ver.

¡Feliz día Mamaleja! Tu cumple fue ayer, pero llegué tan cansada, además no tengo internet en casa y lo necesito para lo que te prometí por tu día, por eso te saludo hoy tempranito. Pero sabes que nunca me olvidé.

Escribo esta entrada de 2 líneas porque ahora que no te puedo ver (desde hace 17 años) tú sigues brillando. Porque aún recuerdo la canción que te gustaba que te cante “Cabellos Blancos”, la que me enseñó mi madre. Y sé que ahora pocas veces te la canto cuando vamos a dejarte flores a Surco, pero tú me entiendes. Ahora soy adulta.

No he tenido tiempo, pero no me olvido. Siempre haciéndome bailar esos festejos, no me olvido, y cantando las canciones de Carmencita Lara con mi media lengua de 3 años, no me olvido. Tal vez fuiste tú la que sembró en mí esa emoción artística con la que vivo cada segundo.

No te molestes porque no le hable a nadie así como te hablo a ti, pues no rezo; tú me conoces. Que no quiero ir contigo solo cuando las cosas anden mal, que importante es cuando voy siempre y es mejor así. Como las personas que ves y nunca llegas a conocer.

Como dice una de mis estrellas preferidas que nunca veré: Hay un universo hecho de pequeñas cosas que solo se despiertan cuando tú las nombras… y ahora para ti te las escribo.

Y como seguía diciendo él (la estrella que nunca veré): existen los rincones donde el amor se esconde/todos vamos de una nube a otra y aunque no hay una promesa que no se resista a aquellas dudas, juro que te encontraré. Porque hay estrellas que brillan por ahí, lo sé/y existen sitios que nunca pude conocer/sé que iré contigo a ver el sol de plata salpicándonos los mares.

Tenía que contarte una de sus mil historias, y así una estrella y otra aprenden cosas ¿no? Mira que han coincidido en el nombre y eso no es casualidad, mamá Aleja. Así que sigamos como siempre, yo haciéndote regalos y tú escuchando muy linda.

Hasta mañana, Mamaleja.

Nota: ojala tenga plata para comprar la entrada antes Octubre y cambiar esa frase, la estrella que nunca veré, deséame suerte. =D

Clic en guardar y enviar. La niña ahora adulta da el suspiro que siempre viene luego de cartear a su abuela. Otra vez siente esas ganas inmensas de abrazarla y una presión en el pecho.

Saca la agenda azul que por estos días ha abandonado, pues no hay tiempo ni para planificar, y anota en el domingo del fin de mes: tener impresa aquella foto en mi 1° cumpleaños  para pegarla en el murito junto a sus flores.



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